BUENOS AIRES.- Familiares, amigos, vecinos y autoridades despidieron ayer como “héroes” y “valientes” a los bomberos y rescatistas que murieron el miércoles tras el incendio y derrumbe de un depósito de almacenamiento de documentación del barrio porteño de Barracas.
El velatorio del comisario inspector Leonardo Day, la subinspectora Anahí Garnica, los cabos primero Eduardo Adrián Canessa y Damián Béliz, y los agentes Maximiliano Martínez y Juan Matías Monticelli, se realizó desde anoche en el Cuartel Central de la Policía Federal. Luego fueron llevadas en un cortejo fúnebre al cementerio de la Chacarita, donde el arzobispo Mario Poli bendijo los féretros envueltos con la bandera argentina y rezó un responso.
Poli destacó la “bendita vocación de servicio” de los bomberos muertos en el siniestro y “la valiente entrega de la vida, que es una exquisita forma de amar al prójimo”, tras lo cual un capellán policial leyó la carta de condolencias enviada por el Papa.
En tanto, el superintendente de Bomberos de la Policía Federal, Arturo Martínez, despidió al personal de la fuerza nombrándolos uno a uno por su nombre de pila y aseguró que “ellos expresan cabalmente los valores de nuestra institución, serán nuestro ejemplo, nuestro orgullo y nuestra motivación”. “Son nuestros héroes, es un día de luto para la institución”, agregó a su vez dijo el jefe de la Policía Federal, Román Di Santo.
En tanto que, Sebastián Campos, el bombero voluntario de Vuelta de Rocha, fue velado en el cuartel en el que trabajaba, en La Boca. A su vez los rescatistas Pedro Baricolo y José Méndez, integrantes de Defensa Civil de la Ciudad de Buenos Aires. Fueron velados en Villa Adelina y en el cuartel de bomberos de Wilde, respectivamente.
Investigación judicial
Empleados de la empresa multinacional Iron Mountain (IRM), propietaria del depósito que ardió declararon ante la justicia que usaron matafuegos pero que los aspersores “no se accionaron”.
La fiscala de la causa, Marcela Sánchez, indagó a cuatro personas que trabajaban en el galpón donde IRM almacena documentos por cuenta de empresas y hoy escuchará a tres bomberos que ya se recuperaron de las heridas que sufrieron durante el siniestro. Los empleados que declararon son dos operarios y un jefe de planta de IRM, una empleada de limpieza y un personal de seguridad. Los testigos coincidieron en que, cerca de las 8 de la mañana, comenzó a sonar la alarma de incendio de uno de los sectores del depósito.
Mario Escalada, ex supervisor de IRM, dijo ayer que en la firma “quieren ahorrar ajustando el presupuesto en la seguridad”, y afirmó que los recortes incluyeron la supresión de la guardia de bomberos las 24 horas. Además dijo que la empresa tiene “antecedentes” de siniestros en un depósito en Parque Patricios: “el primero fue en 2005 y el segundo en 2009”, apuntó. (DyN - Télam)
"Ellos se fueron por la puerta grande"
El cuartel de Bomberos de la Policía Federal que tiene su base en el aeropuerto Benjamín Matienzo rindió un homenaje a los caídos en Barracas. A las 12 en punto, en simultáneo con los cuarteles de todo el país, nombraron a cada una de las víctimas e hicieron sonar las sirenas de las autobombas durante un minuto. En Tucumán, el acto estuvo encabezado por el comisario Darío Gaitán, quien se mostró particularmente conmocionado debido a que tenía una cercana amistad con el comisario inspector Leonardo Day. “Fue un gran amigo, una gran persona y un excelente profesional que le dio 35 años de su vida a los bomberos y participó en infinidad de incendios. No alcanzan las palabras para describirlo a Leonardo”, lo recordó con los ojos mojados.
También recordó a Anahí Garnica, la primera bombera de la fuerza. “Ella fue la musa inspiradora para muchas mujeres más”, expresó. Pese al profundo dolor, el comisario Gaitán destacó que los seis bomberos “se fueron por la puerta grande, que es sirviendo a la comunidad, para lo que fueron preparados”.
“Para una mujer, llegar a esta profesión es difícil”
En el cuartel de bomberos de Tucumán hay sólo dos mujeres bomberas. Una de ellas es la agente Irene Acuña Palavecino, quien participó del homenaje de ayer (la otra bombera se encontraba de vacaciones). Estaba visiblemente emocionada, ya que a ella le tocó gritar “¡presente!” cuando nombraron a Anahí Garnica frente al mástil.
La mujer tiene 31 años. El 16 de diciembre del año pasado se recibió de agente y el 8 de enero la notificaron para unirse a los bomberos de la Policía Federal que trabajan en el aeropuerto Benjamín Matienzo.
Acuña Palavecino destacó la heroica tarea de Garnica. “Esta es una profesión bastante riesgosa en la cual hay demasiada disciplina y con una reglamentación bastante estricta, muy masculina. Para una mujer, llegar a esta profesión es difícil, no cualquier mujer se anima”, remarcó. A la agente no le tocó todavía participar de ningún incendio de grandes dimensiones. Sin embargo, aseguró que se siente segura de sus conocimientos y que no teme enfrentarse al fuego.